Cartas cortas, platos que rotan según la estación, y toda la atención puesta en la materia prima: de eso se trata la nueva dirección que están tomando los lugares más interesantes de la ciudad. Conocé cuáles son nuestros 6 favoritos.

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1 - Ácido

La propuesta de Ácido es sencilla: una carta bien corta (siete platos, de los cuales dos son postres) que nos lleva de paseo a lo largo de diferentes culturas, combinadas de la mejor forma posible. El foco está definitivamente puesto en generar una experiencia sensorial a través de sabores y texturas que evocan directamente a un viaje por el mundo, dando mucho de qué hablar: keppe crudo con pan chino, o tteokbokki coreano cacio e pepe, sólo para nombrar algunas. Acompañado por una estética antigua, con vajilla de otra época, muebles vintage, y muchas referencias a la Fórmula 1, todo pareciera hacernos sentir que estamos en un bodegón clásico, pero bien moderno. Este spot en la triple frontera Colegiales-Villa Ortúzar-Chacarita propone además un "especial fuera de carta" que va rotando a lo largo de los días y que genera mucha expectativa en sus adeptos, generando siempre ganas de volver.

• Dónde: Charlone 999
• Nuestra recomendación: el ojo de bife madurado con papas fritas, las mejores de Buenos Aires.

2 - Argot

Alejado del círculo gastronómico tradicional de la ciudad, Argot es sin dudas el orgullo de los vecinos de Paternal, Villa Santa Rita y Villa del Parque. En una pintoresca esquina donde da una fresca sombra todo el día, este café que también sirve almuerzos (y a veces cenas) encanta con su dejo parisino sin alejarse del todo de la impronta porteña. Todo es elaborado por ellos, desde el pan hasta la masa de las pastas, pasando por su pastelería que es definitivamente digna de mención. Se nota en sus preparaciones ese sabor a "casero" que nos recuerda a las manos de una abuela o una madre, con una carta bien corta que rota según el momento del año y nos asegura lo óptimo de todos sus ingredientes. Con su entrada simpáticamente custodiada por el galgo de la casa, y elegido por muchos proyectos gastronómicos como alojamiento de sus "pop-ups", tan de moda en la Ciudad, Argot es una gran opción para disfrutar de los días más frescos del verano.

• Dónde: Av. Álvarez Jonte 2744
• Nuestra recomendación: la mila de bife de chorizo acompañada con moños y crema de hongos.

3 - Lardito

Podríamos decir que el hermano menor de Lardo & Rosemary (Zona Norte) fue uno de los pioneros en el mundo de los platitos en la ciudad. Este pequeño spot que combina una vinoteca con un restaurante se jacta de ofrecer pocos platos que cambian según la estación. La idea, al tener tantas opciones pequeñas, es compartir y disfrutar de las distintas sensaciones que emana cada ítem del menú. Apuntando un poco también a este aire colaborativo, la experiencia completa en Lardito sin dudas está en disfrutar de una cena en su mesa "comunal", la cual separa a los comensales con jarrones de flores. La propuesta es bastante contundente: la comida callejera del mundo llevada a lo mejor de la alta cocina, y viceversa. A partir de esta base, sus dueños aseguran que el plato que nunca se fue (y probablemente nunca se irá) es la papa frita: según ellos mismos, es la raíz de su comida callejera. Y no es poco, considerando que desde su apertura en 2018 ya pasaron por su carta itinerante más de 200 platos.

• Dónde: Av. Jorge Newbery 3655
• Nuestra recomendación: el mante de cordero.

4 - Cuatro Perros 1 Livin

Una de las aperturas más aclamadas del 2024, ubicada en el corazón de Palermo. El concepto de Cuatro Perros es invitar al comensal a que se sienta en su living, pero fuera de casa, probando distintos platos con una impronta bien hogareña. La carta es corta pero tiene algunos íconos que ya se volvieron clásicos indiscutidos, como los buñuelos de verdura con crema de queso azul, o la arañita madurada en koji con ensalada rusa. Hay también opciones veggie y algunos postres que hacen soñar, como es el caso de la copa Cuatro Perros (helado de maní, helado de crema infusionada con limón, salsa toffee, y nueces fritas): un claro guiño a las copas tradicionales de bodegón, pero con un guiño de sofisticación. Llegó de la mano de cuatro cocineros platenses, entre ellos Santiago Palma que pasó por Mugaritz en el País Vasco, y rápidamente se volvió un clásico de la escena porteña.

• Dónde: José A. Cabrera 4723
• Nuestra recomendación: los tallarines con bolognesa verde de cordero, un clásico.

5 - Isla Flotante

Este ex-bodegón en Villa Crespo es uno de los clásicos más candentes de la ciudad. El espacio mantuvo su estética original y en pocas mesas y con pocos platos logró enamorar a los vecinos sin muchas pretensiones. Originalmente Isla Flotante se dedicaba íntegramente a los sándwiches (con combinaciones tradicionales y algunas más osadas, que aún se encuentran en el menú), pero hoy en día sumaron al menú platos más contundentes que no dejan de evocar a la cocina tradicional. Un punto perfecto para disfrutar de un vermut bien fresquito o de una copa de vino, siempre con algo rico para comer. ¡Y el spot más lindo para los pop-ups durante las tardes de verano!

• Dónde: Luis Belaustegui 396
• Nuestra recomendación: el sándwich de tortilla de papas

6 - Sonora

Otro de los clásicos restaurantes de platitos de la ciudad de Buenos Aires, Sonora en Colegiales marcó - y sigue marcando tendencia - por su forma de ver la gastronomía de manera descontracturada y jugando con los sabores. Con claros guiños a la comida de Medio Oriente y un horno de leña que es la estrella del lugar, en este spot brillan los panes chatos y las opciones veggie bien gourmet como la zanahoria ahumada con aceite de huacatay y las berenjenas con stracciatella. Su carta también varía y en la misma se ve la intención de su chef Patricio Rojas - quien cuenta con experiencia gastronómica en Nueva York - de que prime siempre la creatividad.

• Dónde: Céspedes 3073
• Nuestra recomendación: coliflor con bagna cauda, almendras, y parmesano.