Jujuy es una provincia que sorprende en cada rincón. Con su geografía de montañas multicolores, valles y salinas, este destino del norte argentino cautiva tanto a los amantes de la naturaleza como a quienes buscan experiencias culturales auténticas. Durante febrero, el Carnaval de Jujuy se convierte en el alma de la región, con rituales ancestrales, música y desfiles que llenan las calles de color y energía.

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Si estás planeando un viaje, te contamos sobre los cinco paisajes más emblemáticos de Jujuy y por qué no te podés perder su Carnaval.

1. Quebrada de Humahuaca: un viaje por la historia y el color

Patrimonio de la Humanidad por la UNESCO, la Quebrada de Humahuaca es el corazón turístico de la provincia. A lo largo de sus 150 kilómetros, alberga pueblos históricos como Purmamarca, Tilcara y Humahuaca, rodeados de cerros multicolores y postales inolvidables. Acá, el Carnaval cobra vida con comparsas, música andina y la tradición de desenterrar al Diablo del Carnaval, un símbolo de la fiesta y la alegría.

2. Cerro de los Siete Colores: una obra de arte natural

Ubicado en Purmamarca, este cerro es uno de los más fotografiados de Argentina. Su variedad de tonos rojizos, amarillos y violetas es producto de la acumulación de minerales durante millones de años. Un paseo temprano por el pueblo permite disfrutar de la mejor vista al amanecer, cuando los colores se vuelven más intensos. Ideal para una caminata tranquila antes de sumergirse en las festividades del Carnaval.

3. Salinas Grandes: el desierto blanco del norte

A 3.450 metros sobre el nivel del mar, las Salinas Grandes ofrecen un paisaje hipnótico. Para llegar, hay que tomar la Ruta Nacional 52 desde Purmamarca y cruzar la impresionante Cuesta de Lipán. Este desierto de sal se transforma al atardecer en un espejo del cielo, creando un escenario inigualable para la fotografía y la contemplación.

4. Serranía de Hornocal: el cerro de los 14 colores

Ubicada en las afueras de Humahuaca, la Serranía de Hornocal sorprende por sus tonalidades que van del rojo al amarillo y verde. Acceder a este paisaje requiere recorrer un camino de ripio hasta los 4.350 metros de altura, por lo que se recomienda ir con precaución y llevar abrigo. Desde la cima, la vista es inigualable y confirma por qué este es uno de los rincones más mágicos de Jujuy.

5. Pucará de Tilcara: historia viva entre montañas

Este sitio arqueológico preincaico ofrece una mirada al pasado de los pueblos originarios que habitaron la región. Situado en una colina estratégica, el Pucará de Tilcara permite disfrutar de una vista panorámica de la Quebrada mientras se recorre un antiguo asentamiento con vestigios de viviendas y templos. Un lugar ideal para conectar con la historia y la cultura del norte argentino.

El Carnaval de Jujuy: una fiesta única en el mundo

Cada año, localidades como Tumbaya, Volcán y Purmamarca se llenan de música, danzas y rituales que celebran el Carnaval jujeño. A diferencia de otros festejos en el país, aquí la celebración se mezcla con tradiciones ancestrales: el desentierro del Diablo del Carnaval, las comparsas con disfraces vibrantes y la chaya, un ritual en el que se riega la tierra con alcohol y hojas de coca en señal de agradecimiento a la Pachamama.

Para quienes buscan vivir una experiencia inolvidable, este es el momento ideal para viajar a Jujuy y dejarse envolver por su energía. Ya sea disfrutando de su riqueza natural o sumándose a la celebración, el norte argentino tiene una magia que conquista a todos los visitantes.