¿Por qué son tan beneficiosas?

Las semillas de calabaza no son solo un ingrediente más para tus ensaladas o panes. Son una verdadera "joya nutricional", como lo señala un estudio reciente publicado en la revista Science. Estas semillas contienen una gran cantidad de nutrientes esenciales que ayudan a mantener el cuerpo en óptimas condiciones. Entre sus componentes destacan las vitaminas A, B3, K, además de ácido fólico, ácido linoleico y los valiosos ácidos grasos omega-6 y omega-3.
Al consumir tan solo 28 gramos de semillas de calabaza tostadas, podés cubrir el 13% del valor diario de hierro, el 37% de magnesio y el 27% de fósforo recomendados. Además de su conocido efecto en la reducción del colesterol y el alivio de la artritis, las semillas de calabaza aportan beneficios adicionales para la salud:

• Protegen los huesos: su alto contenido de magnesio fortalece el sistema óseo.
• Combaten la anemia: gracias a su aporte de hierro, ayudan a prevenir este trastorno.
• Disminuyen la hinchazón: ideales para reducir la inflamación corporal.
• Cuidan las células: sus antioxidantes ayudan a prevenir el envejecimiento celular.
• Protegen el corazón: sus grasas saludables cuidan la salud cardiovascular.

Cómo sumarlas a tu dieta diaria

Incorporar semillas de calabaza en tu rutina alimentaria es más fácil de lo que parece. Son muy versátiles, lo que las convierte en un snack ideal o un excelente complemento para diferentes preparaciones. Al no tener cáscara, se pueden agregar directamente a una variedad de platos, tanto dulces como salados. Algunas formas en las que podés disfrutarlas incluyen:

• Ensaladas: añaden un toque crocante y un sabor a nuez que combina perfecto.
• Postres: ideales para sumar en tortas, galletitas o incluso como topping en frutas.
• Panes y granolas: le dan un extra de nutrición y textura a tus recetas caseras.
• Yogures: espolvorearlas sobre tu yogur matinal es una forma fácil de empezar el día con energía.

El toque de sabor que no pasa desapercibido

Las semillas de calabaza no solo son buenas para tu cuerpo, sino que también son deliciosas. Tienen un suave sabor a nuez y una textura crocante que las hace irresistibles en cualquier preparación. Ya sea que las consumas solas, tostadas o combinadas con otros ingredientes, estas semillas son un acierto seguro para quienes buscan cuidar su salud sin sacrificar el gusto.
Así que, si estás buscando un alimento sencillo, nutritivo y sabroso que además te ayude a mantener tu colesterol bajo control y a aliviar los malestares de la artritis, no dudes en incorporar las semillas de calabaza a tu dieta. ¡Tu cuerpo te lo va a agradecer!