17/02/2025

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Torta invertida de manzana: Un clásico que nunca falla

La torta invertida de manzana es uno de esos clásicos de la repostería casera que nunca pasa de moda. Su combinación de caramelo dorado, manzanas tiernas y una textura esponjosa la convierte en un postre irresistible para chicos y grandes. Además, es fácil de hacer, no requiere ingredientes sofisticados y se puede adaptar a diferentes preferencias.

El placer de lo casero

No hay nada como el aroma de una torta recién horneada inundando la casa. La torta invertida de manzana es una opción ideal para compartir en familia, acompañar el mate de la tarde o cerrar una comida con un toque dulce y reconfortante. Animate a prepararla y disfrutá de un clásico que nunca falla.

Ingredientes para una torta perfecta

  • 2 manzanas (verdes o rojas, según preferencia)

  • 2 tazas de harina leudante

  • 1 taza de azúcar (y un poco más para el caramelo)

  • 2 huevos

  • 1 taza de leche

  • 1/2 taza de aceite de girasol

  • Esencia de vainilla a gusto

Paso a paso: de la cocina a la mesa

  1. Preparar el caramelo: En un molde apto para horno, espolvorear azúcar en el fondo y llevar a fuego mínimo hasta que se derrita y tome un color dorado. Es importante no agregar agua y vigilarlo para que no se queme.

  2. Base de manzanas: Una vez frío el caramelo, untarlo con manteca. Cortar una de las manzanas en láminas finas y disponerlas sobre el caramelo. La otra manzana se corta en cubitos para integrar a la mezcla.

  3. Preparar la masa: En un bowl, mezclar la harina, el azúcar, los huevos, la leche, el aceite y la esencia de vainilla. Agregar los cubitos de manzana e integrar bien.

  4. Cocción: Volcar la preparación en el molde y llevar a horno bajo (160-170ºC) por aproximadamente 40 minutos, hasta que al insertar un palillo salga limpio.

  5. El momento clave: desmoldar: Retirar del horno y desmoldar cuando la torta aún esté caliente. Esto evitará que el caramelo se endurezca y se quede pegado al molde.

    Tips para darle un giro especial

    • Para una versión más ligera, podés reemplazar el azúcar por edulcorante apto para horneado y usar leche descremada.

    • Si te gustan los sabores cítricos, agregá ralladura de limón o naranja a la mezcla.

    • Servila con una bocha de helado de vainilla o crema chantilly para una presentación irresistible.


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