Valle Fértil: un viaje al corazón salvaje de San Juan

Entre montañas erosionadas por siglos de viento y agua, Valle Fértil sorprende con un paisaje casi lunar, una energía ancestral y una oferta turística que combina aventura, naturaleza y tradición.

Ubicado en el este de la provincia de San Juan, este destino es el punto de partida para conocer el Parque Provincial Ischigualasto (Valle de la Luna), pero también guarda secretos menos conocidos: desde senderos que atraviesan la sierra hasta pueblos donde aún se cocina al rescoldo.

Actividades imperdibles para los amantes de la aventura

La zona ofrece una variedad de experiencias al aire libre que lo hacen ideal para un turismo de contacto, sustentable y auténtico:

• Trekking en la Sierra de Valle Fértil: senderos para todos los niveles, con vistas panorámicas y contacto directo con la flora nativa.

• Astroturismo: cielos limpios y sin contaminación lumínica ofrecen postales únicas del firmamento.

• Cabalgatas y mountain bike: ideales para recorrer los cerros y conectarse con el entorno.

• Avistaje de aves: una joya para los observadores de fauna silvestre.

• Visita a las pinturas rupestres: testimonios de culturas ancestrales que habitaron la región.

• Dique de Ullum: a solo un par de horas, es un buen complemento para disfrutar de deportes acuáticos o simplemente descansar con vista al agua.

Pueblos con alma y cocina de raíz

El encanto de Villa San Agustín y Las Totoras no solo está en sus calles tranquilas y casonas coloniales, sino también en su gastronomía local, donde lo casero sigue siendo la norma.

En paradores y posadas familiares es posible probar:

• Empanadas al horno de barro, con masa artesanal y rellenos bien especiados.

• Locros, guisos y carnes a la llama, preparados con recetas transmitidas de generación en generación.

• Dulces regionales y pan casero, infaltables en los desayunos o meriendas de las hosterías rurales.

La experiencia se completa con una atención cercana que invita a quedarse, compartir historias con los lugareños y disfrutar del ritmo pausado del interior.

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¿Cuándo ir?

Los mejores meses para visitar Valle Fértil son la primavera (septiembre a noviembre) y el otoño (marzo a mayo). En esas estaciones, las temperaturas son agradables, la vegetación revive y los cielos están especialmente despejados para el astroturismo.