El Obrero: tradición y sabor en cada plato

Hablar de bodegones porteños es hablar de historia, y El Obrero es uno de sus mejores representantes. Este restaurante, ubicado en el icónico barrio de La Boca, mantiene viva la esencia de la cocina casera desde hace más de seis décadas. Su ambiente cálido y sus platos generosos lo convierten en el lugar ideal para reuniones familiares o salidas con amigos.

Desde su apertura en 1954, El Obrero ha sido un refugio para quienes buscan sabores auténticos, con recetas que pasan de generación en generación. Su decoración sencilla y su servicio atento crean una experiencia gastronómica que mezcla lo tradicional con un toque de nostalgia porteña.

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Una carta que celebra la abundancia y la tradición

La propuesta de El Obrero incluye opciones que conquistan a todos los paladares. Aquí, los platos son protagonistas por su sabor y tamaño, ideales para compartir:

• Puchero tradicional: Un guiso lleno de sabor y tradición.
• Parrilladas: Clásicos cortes argentinos, jugosos y al punto.
• Milanesas XXL: Crocantes, sabrosas y perfectas para quienes buscan un plato contundente.
• Empanadas artesanales: Con rellenos que evocan la cocina de la abuela.
• Flan casero y budín de pan: Postres que cierran la comida con un toque dulce y reconfortante.

Cada plato está elaborado con ingredientes frescos y una dedicación que refleja la auténtica cocina porteña.

Un bodegón con historia y alma

El Obrero se encuentra en Agustín R. Caffarena 64, a pasos de la Usina del Arte y otras atracciones de La Boca. Su ubicación estratégica lo convierte en una excelente parada para complementar una jornada cultural en este barrio lleno de historia.

Desde sus inicios, este bodegón se destacó no solo por su comida, sino también por su ambiente acogedor. Su clientela incluye tanto a vecinos del barrio como a turistas que llegan en busca de la experiencia gastronómica más porteña.

Cómo llegar a El Obrero

El restaurante está cerca de las avenidas Pedro de Mendoza y Almirante Brown, con fácil acceso tanto en auto como en transporte público. Las líneas de colectivo 8 y 20 te dejan prácticamente en la puerta. Si estás explorando La Boca, es una parada obligada para recargar energías.