El secreto de un buen Mac & Cheese casero

Lo que hace especial a este plato es su equilibrio entre cremosidad y sabor intenso. Aunque en muchos lugares se utiliza una base de salsa bechamel, nuestra versión simplificada permite lograr la textura perfecta sin necesidad de tantos pasos. La clave está en la elección del queso y en la forma de cocinar la pasta.

Ingredientes para una porción individual:

• 125 g de pasta corta (coditos, mostacholes o rigatoni)

• 125 ml de leche evaporada

• 100 g de queso rallado a elección (cheddar, gouda o una mezcla de ambos)

• 1 pizca de mostaza de Dijon (opcional, para un toque de profundidad)

• 1 pizca de cayena en polvo (opcional, si te gusta un leve picante)

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Paso a paso para un Mac & Cheese perfecto:

1. En una sartén grande, colocá la pasta y cubrila con agua a temperatura ambiente. Llevá a hervor a fuego medio-alto y cociná hasta que la pasta esté al dente, asegurándote de que quede un poco de agua en el fondo. Si es necesario, agregá más líquido durante la cocción.

2. Mientras tanto, rallá el queso para facilitar su incorporación a la salsa.

3. Cuando la pasta esté lista, bajá el fuego a medio y agregá la leche evaporada. Mezclá bien y llevá nuevamente a hervor.

4. Incorporá el queso rallado y mezclá hasta obtener una textura homogénea y cremosa.

5. Para un extra de sabor, sumá la mostaza de Dijon y la cayena.

6. Serví inmediatamente para disfrutar de su máxima cremosidad.

Tips para personalizar tu Mac & Cheese:

• Quesos: probá combinaciones como parmesano y fontina para un perfil más sofisticado.

• Toppings: agregá panceta crocante, cebollita de verdeo o incluso pan rallado tostado con manteca para un toque crujiente.

• Versión gratinada: podés llevarlo al horno por unos minutos con una capa extra de queso por encima para lograr una costra dorada irresistible.