En pleno corazón de Villa Devoto, un antiguo convento de monjas ha renacido como un punto gastronómico único: Ávito, el último proyecto del chef Julio Figueroa. Con una rica historia y una ambientación que mezcla lo tradicional con toques modernos, este restaurante ubicado en Pareja 3670 abre sus puertas a quienes buscan disfrutar de una experiencia culinaria excepcional en Buenos Aires.

Un Chef con Historia y una Visión Transformadora

Julio Figueroa, oriundo de Córdoba, se lanzó al mundo de la cocina tras una experiencia inspiradora con el canal El Gourmet. Su pasión lo llevó a Alemania, donde trabajó en una heladería, y luego a Mallorca, donde comenzó su carrera en la gastronomía profesional. Tras vivir en Europa, regresó a Argentina para liderar la reconocida cadena de restaurantes Il Gatto, además de fundar otros espacios gastronómicos en su tierra natal.

La pandemia, como para muchos en el rubro, significó un cambio de planes, y Figueroa decidió apostar por un concepto diferente: un restaurante que capture la esencia de su amor por los sabores y la estética clásica. Así nació Ávito, un bistró instalado en lo que alguna vez fue el convento y geriátrico de la congregación de Nuestra Señora de la Misericordia, con una impronta que mantiene su historia intacta en cada rincón.

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Un Espacio con Alma: Arquitectura y Decoración

Ávito ha mantenido la esencia arquitectónica del convento, conservando las baldosas italianas, los ventanales amplios, y los techos altos que dan un toque especial al espacio. Las mesas se iluminan con velas naturales, creando un ambiente íntimo, y la decoración en carpintería negra añade un toque de sobriedad y elegancia.

En sus espacios amplios, que incluyen un sector de bistró café, el ambiente es a la vez acogedor y sofisticado. Con capacidad para 100 cubiertos en desayuno y merienda y 60 para la cena, Ávito ofrece un oasis en plena ciudad, a solo dos cuadras de la Plaza Arenales.

El Menú: Platos que Celebran la Tradición y la Innovación

La propuesta de Ávito es una celebración de los sabores argentinos e internacionales, con platos que resaltan por su cuidada selección de ingredientes y técnicas. Entre los favoritos de los comensales se encuentran las berenjenas rebozadas y los barquillos de cabrito, perfectos para acompañar una merienda completa y gourmet.

En la sección de platos fuertes, el ojo de bife con hueso es una de las estrellas de la carta. Proveniente de la línea premium Ohra Pampa, este corte se cocina en kamado, una parrilla de origen japonés que da un sabor distintivo y profundo a la carne. Para acompañar, una manteca de milhojas y un kétchup de ajíes fermentados, que aportan notas intensas y frescas a cada bocado.