Se aproxima la Semana Santa y, con ella, la temporada de Cuaresma, en la cual los platos que destacan por sus ingredientes marinos son apetecidos por miles de personas, tanto católicas como no católicas.

El ceviche de camarón o de pescado son dos opciones clásicas de este periodo, recetas simples de preparar y disfrutar, pero más allá de su delicioso sabor, surge la pregunta: ¿cuán saludable es su consumo?

Una combinación de camarón pelado y lavado, crudo y sin la vena negra, acompañado de chiles serranos picados, cebolla morada en rodajas, trozos de pepino, cilantro, sal marina al gusto, una pizca de pimienta y abundante jugo de limón para cubrir todos los ingredientes, mezclar y dejar marinar durante al menos 30 minutos hasta que la proteína cambie de color; es un verdadero placer incluso solo al describirlo.

O ¿qué tal unas tostadas de ceviche con trozos pequeños de pescado crudo, como lubina, corvina o tilapia, combinados con cubos de jitomate, rodajas de cebolla morada, chiles serranos y cilantro, sazonados con sal marina, pimienta y generoso jugo de limón para cocinar ligeramente la proteína? Se sirven sobre tostadas con un poco de mayonesa y una rebanada de aguacate, cambiando por completo la experiencia culinaria.

El peligro de enfermedades intestinales proviene de las bacterias coliformes que se pueden encontrar en los alimentos principales cuando son manipulados en la calle, expuestos a la intemperie o cuando no se manejan y almacenan adecuadamente. Estos alimentos pueden contaminarse fácilmente con microorganismos patógenos como la Escherichia Coli, una bacteria conocida por causar diarrea, vómitos y otros trastornos graves.

Afortunadamente, es relativamente fácil eliminar estos organismos de nuestros alimentos o al menos reducir su cantidad a niveles no peligrosos. Existen protocolos establecidos por las Normas Oficiales Mexicanas -NOM-242 SSA1 2009- que detallan cómo limpiar los alimentos de manera segura sin comprometer la salud.

Sin embargo, a pesar de la delicia que son estos platillos, los expertos recomiendan hervir los camarones y el pescado antes de preparar cualquier plato para garantizar la eliminación de cualquier microorganismo. Este proceso, aunque modifica las técnicas tradicionales de preparación y puede afectar el sabor, vale la pena para evitar los malestares gastrointestinales asociados con el consumo de alimentos contaminados.