Un ícono del Caballito clásico

En plena Avenida Rivadavia 4732, Plaza Café abre sus puertas como un puente entre el pasado y el presente. Ubicado en la planta baja de un imponente edificio con fachada de granito negro, este bar mantiene intacto el espíritu de su época dorada, cuando era conocido como Bar Lezica.

Su boiserie de madera, los mosaicos en blanco y negro y los amplios ventanales que dan al Parque Rivadavia no solo destacan por su estética, sino que también cuentan historias de encuentros memorables. Poetas como Conrado Nalé Roxlo, artistas como Rodrigo Bonome y Manuela Arrieta, y escritores como Antonio Requeni encontraron en este espacio un refugio para la creatividad y la inspiración.

Tras un cierre de dos años, Plaza Café reabrió sus puertas renovado pero sin perder su esencia, consolidándose como un punto de encuentro para quienes buscan revivir la tradición porteña en un ambiente único.

Ver esta publicación en Instagram

Una publicación compartida por Plaza Café Caballito (@plazacafe.caballito)

Gastronomía: una propuesta para todos los gustos

Plaza Café se destaca por su oferta gastronómica cuidadosamente diseñada, ideal para cualquier momento del día.

Hora del té: clásicos que nunca fallan

El té es uno de los puntos fuertes del lugar, con opciones que incluyen:

• Tostadas con queso y mermelada casera: perfectas para una merienda clásica.
• Pastelería artesanal: Torta selva negra, lemon pie, milhojas y budines caseros que enamoran desde el primer bocado.

Cerveza tirada para el after office

Para quienes buscan relajarse al final del día, Plaza Café ofrece cuatro canillas de cerveza artesanal, una propuesta que combina la tradición con un ambiente más distendido y moderno.