Un espacio con identidad propia

En una ciudad donde la oferta gastronómica no para de crecer, El Taller CABA logra destacarse por su originalidad. Ubicado en Dorrego 1039, en pleno Chacarita, este rincón porteño rompe con los esquemas tradicionales. Aquí no solo se viene a comer: se viene a vivir una experiencia donde la gastronomía callejera del mundo, el arte visual y el diseño de autor conviven en perfecta armonía.

Desde su fachada pintada con murales de artistas urbanos hasta cada detalle de su ambientación, El Taller CABA invita a quedarse, explorar y disfrutar. El espacio está pensado como un lienzo en movimiento: cambiante, creativo, sensorial.

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Street food con pasaporte global

La carta es un verdadero viaje sin necesidad de hacer migraciones. La propuesta gira en torno al street food internacional, reinterpretado con técnica y sensibilidad. Hay sabores de América Latina, el Caribe, Asia y Medio Oriente, fusionados con criterio y sin perder su esencia.

Algunos imperdibles:

• Ceviche peruano: fresco, con notas cítricas que despiertan el paladar.

• Pastrami austrohúngaro: curado en casa, tierno, especiado y con pan artesanal.

• Falafel con tahini y pickles caseros: crocante por fuera, suave por dentro, lleno de sabor.

Cada plato está pensado para ser una experiencia en sí misma, tanto en sabor como en presentación.

Cócteles con carácter

La coctelería de autor es otro de los grandes atractivos de El Taller CABA. Sus tragos tienen personalidad propia, pensados para acompañar -o protagonizar- la experiencia.

Algunas joyitas de la carta:

• Garganta del Diablo: bourbon, almíbar de vino salteño y un toque ahumado de canela. Intenso y sofisticado.

• Spicy Negroni: la clásica fórmula con un giro picante que enciende el paladar.

• Vinos artesanales del norte argentino, que refuerzan la identidad de una propuesta que apuesta por lo auténtico.

Un lugar, muchos momentos

¿Almorzar algo rico entre semana? ¿Cortar la tarde con un cóctel y buena música? ¿Salir a cenar con amigos en un entorno distinto? Todo eso es posible en El Taller CABA.

Además de su propuesta gastronómica, el lugar funciona como punto de encuentro cultural y social. Es habitual encontrar ferias, muestras o eventos artísticos que suman capas a la experiencia.

La experiencia: comer con los cinco sentidos

Entrar a El Taller CABA es dejar afuera el ritmo frenético de la ciudad. La música suave, el olor a especias y cocción lenta, los colores de los murales, las texturas del mobiliario reciclado. Todo está pensado para estimular los sentidos.

La atención es cálida, cercana, y el ambiente relajado invita a quedarse más de lo planeado. Ya sea en una mesa comunitaria o en los rincones más íntimos del local, el disfrute está garantizado.